Teorías de la
recepción:
Las teorías de la recepción no son un conjunto homogéneo, o
una disciplina, o un método único, sino que por el contrario, se caracterizan por
una gran diversidad de enfoques que se observa tanto en sus orígenes, como en
su concreción actual.
Ahora bien, todas ellas tienen en común el hecho de
ocuparse de la recepción y efecto de los
textos literarios en el lector. Es decir, hacen hincapié en el papel activo del
receptor, tanto en el proceso de la lectura como en el efecto que tiene el
texto en la recepción. El lector se convierte, así, en el centro de los estudios
y especialmente la labor que éste realiza en el proceso de la comunicación
literaria.
Estas teorías se inician durante los años cincuenta, sobre
todo como reacción ante el formalismo estético de Leo Spitzer. La Estética de
la Recepción (Rezeptionsasthetik) venía a llenar el vacío que dejaba
aquel paradigma. Lo hacía reincorporando, desde la perspectiva del lector, una serie de principios estéticos y críticos que
de alguna manera habían estado
desarrollados por otras escuelas y comentes de crítica y metodología literarias.
Entre otras: el formalismo ruso, la fenomenología de Ingarden, el estructuralismo
de Praga, la sociología de la literatura y la hermenéutica de Gadamer. Con
ellas se hacían propios unos conceptos básicos como son los de: distancia
histórica y el concepto de relación, que llevaban a Hans Robert Jauss (1970) a
establecer el concepto de horizonte de expectativas (Erwartungshorizont), cuya
reconstrucción se convertía en una labor prioritaria. Aquí habría que añadir,
también, las aportaciones de Wolfgang Iser (1976), especialmente en el campo de
la respuesta (Wirkung) y en el concepto de lector implícito. Así como los
trabajos, entre otros, de Karl- heinz Stierle (1975), Hans Ulrich Gumbrecht (1975) o Hannelore Link
(1976) que sin seguir una orientación única, sino que en unos casos en una línea de pragmática
textual recepcional y, en otros, dentro de modelos semióticos de la recepción
han seguido profundizando en el marco
teórico y práctico de la recepción.
No obstante, a buena parte de estos se les ha reprochado
que el investigador, haciéndose pasar por
lector o creando un constructo, se convierte en sujeto y objeto de la
investigación, obviando al lector real. Es precisamente para evitar estas
carencias que aparece la alternativa paradigmática de una recepción empírica,
donde el intérprete se desvincula del receptor, y adquiere la distancia
necesaria para un análisis científico. Ahora
bien, tanto las corrientes empíricas como las no empíricas o hermenéutica,
parten de la no sustancialidad de la obra. Es decir, la obra es entendida de
una forma abierta, tal como la presenta Humberto Eco (1962). Ésta permanece
siempre a lo largo del tiempo esperando una nueva concretización. No tiene una
esencia atemporal, sino, como indicó ya Jauss, “...es más como una partitura con
la siempre nueva resonancia que le otorga la
lectura..." (1970: 172). En términos de recepción empírica
hablaríamos de la polivalencia (Polyvalenz) del texto. La polisemia, la
ambigüedad en el plano semántico del texto, sería la categoría central que
obliga al lector a construir el sentido de la lectura (N. Groeben, 1977:20-21).
El mensaje será múltiple, aunque la forma de expresarlo, el significante, sea
única. El sentido de la obra o el significado ganan forma en el marco de unas
determinadas preguntas para unos receptores en un contexto de determinadas
referencias (Steinmetz, 1986:139).
En consecuencia el texto ya no puede ser analizado como
hipotéticamente objetivo y estructurado, sino que a partir de este momento, el
análisis textual incluye más el reconocimiento de los intereses y de las
propias obligaciones de los receptores que los factores constitutivos del
proceso de comprensión. Queda claro pues que los métodos tradicionales de la
crítica literaria roban una dimensión al texto, la de su efecto y recepción. Una
dimensión que se presenta como una parte decisiva en la función comunicativa de
la literatura. Finalmente, las teorías de la recepción no han tenido un eco
especial dentro de la crítica literaria de la península, tanto en lo referido a
la bibliografía como a los trabajos realizados desde esta perspectiva. Por una
parte, muy poca bibliografía ha estado al alcance bien del investigador, bien
el profesor de literatura. En castellano la gran mayoría de las publicaciones
son muy recientes, en general de los últimos
cuatro o cinco años, aunque referidas en su gran parte a traducciones de
obras de mediados o finales de los setenta.
Teorías de la interacción
simbólica:
El Interaccionismo simbólico es una corriente de
pensamiento microsociológica, relacionada con la antropología y la psicología
social que basa la comprensión de la sociedad en la comunicación y que ha
influido enormemente en los estudios sobre los medios. El Interaccionismo
simbólico se sitúa dentro del paradigma de la transmisión de la información:
emisor-mensaje-receptor, junto a otras teorías como la Mass Communication
Research y la Teoría Crítica. En este paradigma, la comunicación se considera
instrumental, es decir, los efectos del mensaje se producen unilateralmente sin
tener en cuenta a la audiencia.
Esta corriente, fundamentada al igual que las anteriores en
la filosofía fenomenológica, pone énfasis en la interacción de los individuos y
en la interpretación de estos procesos de comunicación. El interaccionismo
simbólico, no presta mucha atención a las estructuras sociales, a los sistemas
y a las relaciones funcionales, sino al mundo de significados de los símbolos
dentro del cual actúan los sujetos.
El interaccionismo simbólico como un enfoque relativamente
definido del estudio de la vida de los grupos humanos y del comportamiento del
hombre. Parte de tres premisas básicas:
- El ser humano orienta sus actos hacia las cosas en función de lo que éstas significan para él.
- El significado de estas cosas se deriva o surge como consecuencia de la interacción social entre los individuos.
- Los significados se manipulan y modifican mediante un proceso interpretativo desarrollado por la persona. La interpretación supone un proceso de auto interacción.
Lo novedoso de este planteamiento reside en que no se
limita a contemplar factores causales, como otras corrientes psicológicas y
sociológicas, en la formación de la conducta humana, sino que señala la
existencia de un proceso interpretativo personal del significado de las cosas,
fruto de la interacción social que orienta la conducta.
Teoría de los usos y
gratificaciones:
La teoría de usos y gratificaciones propone conceptos y con
los estudios que se han hecho a través de los años explica el comportamiento de
individuos respecto al consumo de medios. Dicha teoría adquiere un carácter
individual en la cual se vincula la elección/categorización de medios y fuentes
a la necesidad de cubrir desde las más simples hasta las más complejas
necesidades. El consumidor de medios adquiere un mayor enfoque dentro de la
teoría en comparación a los mensajes que se proporcionan. El público hace uso
de los mensajes y su utilización fungirá como variable importante en la producción de las gratificaciones,
además de buscar y explorar la conducta comunicativa con la experiencia directa con los medios. Los miembros del
público se consideran activos para la interpretación de los mensajes.
Orígenes y desarrollo
Dicho estudio, se remonta a los inicios de la investigación
empírica acerca de la comunicación de masas. Propuestas como Herzon con el
análisis de programas de preguntas y respuestas al escuchar seriales de radio.
Wolfe con el desarrollo del interés de los niños por el comic. Berelson con el
análisis de las funciones de la lectura de periódicos. Estas investigaciones
tenían en propósito de destacar la individualidad o el movimiento en masas, las
estructuras y la utilidad. Son estudios
base que dieron pie a futuras investigaciones y teorías que se enfocaban al
vínculo entre esquemas de exposición, además las gratificaciones que se
vinculaban directamente con las conductas ante el consumo de medios.
Posteriormente se le dio importancia a la relación de la psicología y el
contexto social. Otros ponentes como Wright y Kapper aplicaron paradigmas como
Laswell para un análisis más sólido de la conducta sobre los medios masivos.
Wright demostró el efecto tanto en entidades micro como macro sociológicas. Al
estudiar el contexto social y psicológico, se generaron esquemas de la
exposición de los medios, y la gratificación de las necesidades.
REFERENCIAS
Acosta Gomez, L.A, El lector y la obra. Teoria de la Recepcion Literaria. Gredos, Madrid 1989.
BLUMER, Herbert. (1982). El Interaccionismo simbólico, perspectiva y método. Barcelona Hora D.L.
McQuail, Denis (2010). Mass communication theory: an introduction. London: Sage Publications. pp. 420–430.